Descalzo caminar,
fríos adoquines desnudos
vestidos entre paredes blancas y casapuertas cerradas,
de sus balcones,
miradas solitarias asoman en una madrugada anhelada
en busca del consuelo.
Noche callada del miércoles santo
rota por el llanto lejano de una voz.
En la penumbra del callejón de las luces
entre un lento paso ascendente,
un viaje de ida sin vuelta,
son recuerdos de una niñez
emergentes del fondo cristalino.
La oscuridad envuelve su figura
entre pequeñas llamas ardientes,
guía de un camino de rostros ocultados
y miradas penetrantes,
una piedra sostiene tres caídas de dolor.
Racheo del caminar en la noche,
el Silencio calló su voz.
Luto de una muerte anunciada,
suspiro de vida en la cruz,
Caridad llora callada.
En sus pies,
las lágrimas son rocío de sus flores
entre sueños desvanecidos con olor a primavera.
PRECIOSO!!!
Muchas gracias!!
Un beso
Como siempre un relato lleno de la sensibilidad que te caracteriza. Enhorabuena. Muy lindo.
Hola! Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo
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